Tras
los problemas que Casciari tuvo con
varias editoriales y algunos periódicos, el fundador de Orsai y su amigo Chiri, decidieron
redactar un decálogo en el que se elaborarían una serie de normas que implicara
no cometer los errores del pasado.
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| Hernán Casciari / Foto de Danny Caminal |
Prometieron
que la revista no tendría absolutamente nada de publicidad (1), con una alta
calidad gráfica (2), despreciando la mayoría de intermediarios posibles (3),
tendría versión en papel y digital en forma de aplicaciones
para iPad, iPhone,… (4) y un formato en PDF gratuito disponible 10 días
después de su publicación (5), la colaboración en tanto que a recreaciones
gráficas y escritas sería llevada a cabo por personas que Chiri y Hernán
admiraran (6), sería trimestral y de más de 200 páginas por edición (7) y que
costara en cada país lo mismo que 15 periódicos del sábado en esa región (8), la
inversión la iban a poner ellos mismos (9) y que lo iban a hacer
independientemente de que se vendiera o no (10).
Esas
son las normas que llevaron al éxito a la revista Orsai durante dieciséis
números publicados en tres años.
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